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¿PUEDE UN CIENTÍFICO SER ESCRITOR?

¿Son mejores escritores los que han estudiado carreras de letras? ¿Es un científico demasiado racional y esquemático para escribir novelas de ficción? ¿Se pueden compaginar ambas profesiones?

5 científicos escritores han decidido contarnos su propia experiencia. Como veremos, cada uno lo vive de distinta manera, aunque comparten las mismas preocupaciones.




MC de los Ángeles


Es ingeniera y escritora con tres libros publicados: Asrindir, Turmalina Azu y Turmalina Roja.

@mcdelosangeles en Twitter e Instagram.


¿Qué es para ti la ciencia?


Para mí la ciencia es la respuesta a la pregunta «¿por qué?». De pequeña se la hacía a mis padres y cuando sus respuestas se me quedaron cortas pasé a las enciclopedias y a internet. Pero todavía me seguía haciendo preguntas y solo con una formación científica podía entender las respuestas.


¿Y la escritura?


La escritura es mi refugio, es lo que me permite crear un mundo bajo mis propias reglas y escapar de la “rigidez” de mi vida laboral y estudiantil. En el instituto te dan tu temario y no te salgas de ahí, en la carrera te dicen que la función de un ingeniero es inventar, pero más bien lo que hacemos es improvisar soluciones y resolver problemas. Cuando llegas a un trabajo te dicen: «sé creativo, pero no mucho. El jefe se fía más si lo haces así». Mi cerebro es demasiado activo y se siente encerrado entre tantas cuadrículas, por lo que la escritura me ayuda a canalizar todo ese hervidero de ideas hacia un fin, a ponerlas en orden y darles sentido.


Si tuvieras que decantarte por una de tus dos carreras, ¿por cuál sería?


Siempre he dicho que si mi trabajo fuera escribir 8 horas diarias, acabaría odiándolo porque las obligaciones están para eso. Tampoco podría vivir exclusivamente de la ingeniería o mi cabeza acabaría explotando. Necesito las dos para que una compense a la otra.


Si pudieras volver al pasado, ¿habrías escogido estudios de letras si eso hubiera facilitado tu carrera de escritor?


No, me gusta mi vida tal como está (para bien o para mal). Además, mis neuronas se frustran muchísimo cuando las obligo a estudiar asignaturas de letras no solicitadas y, en cambio, se toman como un desafío resolver problemas matemáticos. Si el precio que tengo que pagar para prosperar en alguna de mis carreras es mi salud mental, elijo no pagarlo.


¿Alguna vez has ocultado a tus compañeros científicos tu pasión por la escritura?


Lo oculto todo el tiempo y tarde o temprano lo descubren y me regañan. Pero no puedo evitar pensar que si digo: «hola, soy escritora de fantasía juvenil», no van a tomarme en serio desde el principio porque me muevo en un mundo de hombres y, en ese mundo, mujer, fantasía y juvenil en una misma frase son conceptos que, por desgracia, disminuyen parte de tu credibilidad en algunos sectores de la sociedad.


"mujer, fantasía y juvenil en una misma frase son conceptos que, por desgracia, disminuyen parte de tu credibilidad"

¿Y a tus conocidos del mundo literario tu relación con la ciencia?


Nunca. Es curioso, pero nunca he pensado que me vayan a tomar menos en serio por no haber estudiado, no sé, filología hispánica. Hasta ahora no me he encontrado a nadie que haya puesto caras raras al decir que soy ingeniera, pero sí las he visto justo después de decir «mi novela es fantasía juvenil».



Leticia



Es farmacéutica, apasionada de la escritura y dibujante.

@LeticiaGoimil en Twitter, @leticia.goimil, blog y web con dibujos


¿Qué es para ti la ciencia?


Para mí es la herramienta principal para descubrir y entender el mundo que nos rodea. Hay gente que asocia la ciencia con mejunjes raros en recipientes de vidrio, fórmulas químicas incomprensibles o ristras interminables de números; en general, cosas ajenas y que dan bastante miedo. Pero lo cierto es que la ciencia trata de curiosidad, de preguntarse “¿Y esto cómo funciona?”, desarrollar hipótesis y tratar de confirmarlas con hechos. Es una actitud sana en cualquier aspecto de la vida, y también útil a la hora de crear mundos nuevos, incluso si son de fantasía, que sean consistentes.


¿Y la escritura?


Es el medio que me permite expresarme con más soltura. Me suele costar el hablar en voz alta, pero nunca he tenido ese problema por escrito. Además, soy de esas personas cuya mente nunca para, sobre todo mientras dibujo o escucho música, y traducir los pensamientos a palabras es el modo de dar forma y una finalidad a ese caos.


Si tuvieras que decantarte por una de tus dos carreras, ¿por cuál sería?


Si pudiese hacer carrera de ser escritora, sería feliz. Es curioso pensar que en 2018 estuve a punto de renunciar. Creía que el ver publicada alguna de mis historias era un sueño del que tenía que olvidarme para centrarme en “cosas serias”, porque era muy difícil que se cumpliese. Fue una amiga, Alba M. Vila, quien me insistió para que entrase en las competiciones que organizaba la editorial Literup, y así empezó esta aventura. No podría estar más agradecida. Me gusta mucho aprender de ciencias, sobre todo de las ramas biosanitarias, pero incluso en ese ámbito lo que más me gusta es la revisión de artículos científicos. Todo lo que sea leer, redactar o corregir textos me acaba llamando.


Si pudieras volver al pasado, ¿habrías escogido estudios de letras si eso hubiera facilitado tu carrera de escritor?


No, para mí estudiar Farmacia fue muy importante a nivel personal, y al final eso repercute en qué y cómo escribo tanto o más que una carrera de letras. Lo cierto es que nunca sopesé estas como opción; la literatura me gusta como arte, pero nunca se me ha dado bien estudiarla. Mi disyuntiva, en realidad, fue Ciencias contra Bellas Artes. No me arrepiento de la dirección que tomé, me enamoré de Farmacia desde el primer año de carrera, tanto por la materia como por toda la gente maravillosa que me llevó a conocer, pero si hubiera tenido una sola etiqueta de niña (y de no tan niña), no habría sido “la chica que escribe” o “la que es buena en ciencias” sino “la que dibuja”. A todas horas. Ahora le dedico menos tiempo, pero buena parte del proceso de armar mis relatos todavía incluye dibujar a los personajes, y no es raro que de un boceto aleatorio surja un personaje nuevo con una historia propia.

¿Alguna vez has ocultado a tus compañeros científicos tu pasión por la escritura?


En absoluto. En primero de carrera empecé y acabé una novela, y allá me fui a enseñársela a mis amigos. También ese año quise participar en un concurso de poesía y, al no poder decidirme entre un par de poemas, recurrí a un par de chicas que se sentaban conmigo en clase. Durante la tesis, el hecho de que escribo fue una de las primeras cosas que le conté de mí a uno de mis directores. De vez en cuando me preguntaban y comentaba mis proyectos, tanto con otros doctorandos como con profesores, y también pedía, y pido, opiniones. Nunca se me pasó por la cabeza que fuese algo que esconder. Alguna vez me han comentado que “¿Y por qué no fuiste por letras?” y también un “Me creo que te guste investigar, pero escribir se nota que te encanta”, pero siempre como curiosidad.


"Nunca se me pasó por la cabeza que fuese algo que esconder."

¿Y a tus conocidos del mundo literario tu relación con la ciencia?


No, de hecho es lo primero que menciono en mi perfil de Twitter y en las biografías de los libros en los que participo. Creo que es beneficioso que ambos mundos estén en contacto. Que la curiosidad y la tecnología nos ayuden a descubrir mundos nuevos, y que la literatura haga a la ciencia más cercana y asequible.




Santi Limonche


Matemático y escritor de fantasía.

@santilimonche en Twitter e Instagram, web


¿Qué es para ti la ciencia?


La ciencia significa, para mí, aprender. Matemáticas, la carrera que estudié, me enseñó eso. La etimología de matemáticas proviene del verbo  μανθάνω [manthano] en griego antiguo significa aprender. Si añadimos el sufijo -ica (relación o pertenencia), matemáticas, en su significado primigenio, sería «bien dispuesto a aprender».

La ciencia es un camino lleno de sorpresas en el que uno no se aburre de aprender.

¿Y la escritura?


La escritura significa libertad. Desde pequeño la lectura me encantaba, supongo que era un paso natural continuar con la escritura. Si yo he disfrutado leyendo a otros, espero poder ofrecer lo mismo a los lectores.

Conocer otros mundos y darnos cuenta de que todos somos humanos, aunque sean de tinta, me ayuda a encontrar mi camino.

Si tuvieras que decantarte por una de tus dos carreras, ¿por cuál sería?


Soy de vocación tardía: empecé a escribir hace dos años. Supongo que no cambiaría nada, debemos aceptar nuestro pasado, ¿no?

Si pudieras volver al pasado, ¿habrías escogido estudios de letras si eso hubiera facilitado tu carrera de escritor?


Esta pregunta me recuerda a las paradojas en el tiempo o una película de ciencia ficción. Lo hecho, hecho está. Pensar en otra alternativa no tiene sentido porque no sabremos como habrían sucedido los hechos.

¿Alguna vez has ocultado a tus compañeros científicos tu pasión por la escritura?


A mí siempre me ha gustado la lectura y nunca me he dado vergüenza reconocerlo. De hecho tengo un amigo profesor que escribe libros de texto.

"Siempre me ha gustado la lectura y nunca me he dado vergüenza reconocerlo"

¿Y a tus conocidos del mundo literario tu relación con la ciencia?


Yo siempre me presento como matemático, ¿por qué me debería avergonzar quien soy?






Celia Añó

Es estudiante de farmacia, dibujante y autora de Aracnefobia, Los Muertos Te Están Buscando, Mágica Pirimpella y Corre Renina Corre.

@Brujadelteatro en Twitter en Instagram, web


¿Qué es para ti la ciencia?

Lo cierto es que nunca antes me lo había planteado. Supongo que es la herramienta con la que entiendo el mundo y por qué todo sucede de una determinada manera. Es también una manera de ver lo que me rodea.


¿Y la escritura?

Lo que da sentido, color y música a mi vida. Si no escribiera creo que mis días serían mucho más aburridos.


Si tuvieras que decantarte por una de tus dos carreras, ¿por cuál sería?

Sin dudarlo ni pestañear: la escritura.



Si pudieras volver al pasado, ¿habrías escogido estudios de letras si eso hubiera facilitado tu carrera de escritor?

No lo sé. Me lo he replanteado muchas veces porque mi relación con la carrera está llena de altibajos y siento que me falta una base en la escritura que he tenido que crear por mi cuenta. Aun así, también me siento farmacéutica y quiero trabajar de ello en el futuro.


¿Alguna vez has ocultado a tus compañeros científicos tu pasión por la escritura?

Más que ocultar... es un tema que he ignorado deliberadamente, pero poco a poco me estoy abriendo más. Todavía me da vergüenza, pues es una faceta de la que me cuesta hablar fuera de mi círculo literario, pero reconforta mucho cuando mis compañeras farmacéuticas me apoyan.

"Todavía me da vergüenza, pues es una faceta de la que me cuesta hablar fuera de mi círculo literario."

¿Y a tus conocidos del mundo literario tu relación con la ciencia?

En absoluto, aunque algunos todavía se sorprenden. En ocasiones hago un poco de divulgación farmacéutica en Twitter, así que no es una faceta que esconda muy bien.



José A. Bonilla

Bioquímico y escritor de ciencia ficción. Autor de múltiples obras y ganador de diversos premios.

Lo podéis encontrar en @jabhsss (Twitter), Facebook, web


¿Qué es para ti la ciencia?

La Ciencia para mí ha sido gran parte de mi vida, y seguirá siéndolo hasta el final de ella. El conocimiento, la curiosidad por la experimentación, el saber por qué ocurren las cosas o el método científico forman parte de todo lo que he estudiado, de mi formación como biólogo y como bioquímico. Es cierto que los derroteros de la vida no me han llevado a trabajar en mis especialidades, pero aún así, me considero una persona con pensamiento racional y mentalidad científica.

¿Y la escritura?

La escritura es el divertimento, el juego, los sueños, la fantasía, la imaginación, la parte más creativa y artística. El otro lado del espejo de Alicia donde puedes desarrollar aquellas historias que te apetecerían leer o que te hubieran gustado vivir. La mayoría de las obras de Julio Verne suceden en territorios y continentes donde nunca estuvo, es un ejemplo claro de a dónde puede llevar la literatura.


Si tuvieras que decantarte por una de tus dos carreras, ¿por cuál sería?

Como anteriormente he dicho, mi labor profesional no está relacionada con la biología o la bioquímica, si bien si está ligada al ámbito universitario y me gusta mucho. Es difícil contestar a esta pregunta, aunque es bastante evidente que resulta muy complicado en este país vivir exclusivamente de la literatura y, la mayoría de los escritores, deben compaginar su pasión con trabajos de otro tipo. Son muy pocos y privilegiados los que pueden dedicarse solo a escribir. Por otro lado, siempre la literatura para mí ha sido como un sistema de evasión a la cotidianidad y a los problemas, quizás si se convirtiera en una dedicación completa perdería su encanto.

Si me preguntas entre la biología y la bioquímica, me encantan ambas, pues son complementarias, pero quizás me decantara más por la virología como rama de la biología, quizás ahora mucho más de moda, pero que siempre me ha entusiasmado.


Si pudieras volver al pasado, ¿habrías escogido estudios de letras si eso hubiera facilitado tu carrera de escritor?

No, seguiría eligiendo estudios de ciencias porque siempre me han gustado, y lo más importante es estudiar aquello que te apasiona, porque de otra forma lo que debería ser una de las etapas más importantes de tu vida podría convertirse en un infierno. Luego ya se tendrá tiempo de desarrollar otras cualidades o aprender a través de cursos o seminarios cuestiones que te ayuden en la técnica o te den recursos para completar tu formación, literaria o no. Ser multidisciplinar sería genial, pero eso es realmente muy difícil. Lo que es esencial para escribir es ser un gran lector y conocer las limitaciones de cada uno. Por ejemplo, yo no podría dedicarme nunca a ser poeta porque sé que sería incapaz de escribir una poesía en condiciones. Se debe ser coherente con uno mismo y no engañarse.

"Lo que es esencial para escribir es ser un gran lector y conocer las limitaciones de cada uno."


¿Alguna vez has ocultado a tus compañeros científicos tu pasión por la escritura?

Sinceramente, no. Otra cosa es que yo mismo haya considerado haber llegado al nivel suficiente para denominarme escritor. Aún, en ocasiones, me cuesta asumirlo o calificarme como tal. Pero la respuesta es no; al contrario, estoy orgulloso de poder mostrarles mis obras. Otra cosa es que las lean.

¿Y a tus conocidos del mundo literario tu relación con la ciencia?

Tampoco. Muchos de ellos saben cuál es mi formación y entienden que, por eso, en numerosas ocasiones, mis obran sean de género -ciencia ficción, techno thrillers…- o tengan una gran carga científica. Pero en la mayoría de ellas también intento darle una gran importancia a la historia, por ejemplo, ya que una de las cosas que más me gustan a la hora de escribir es documentarme y aprender sobre diferentes temas o épocas, a lo mejor, de otra forma, no hubiera hecho.


CONCLUSIONES

Algo que todos los entrevistados comparten es que en su carrera literaria son imparables y no tienen ningún prejuicio en decirlo a los cuatro vientos. No obstante, en lo tocante a su carrera científica, algunos se sienten más intimidados por la opinión que puedan tener sus compañeros de ellos (sentimiento que comparto).

Aunque si se me permite una opinión personal, creo que los científicos podemos ser excelentes escritores por tres motivos: somos por definición analíticos, observadores y creativos. A pesar de que tengamos que aprender algo de técnicas literarias y tal vez a expresarnos de manera más prosaica.


A los entrevistados: gracias por contarnos vuestras experiencias y os deseo muchos éxitos



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